Continuamos con la serie iniciada ayer y en las siguientes líneas vamos a hablar sobre cómo pasar a formar parte de una cooperativa. Muchos pensaréis…»poniendo el dinero requerido para entrar a ser cooperativista» y así es, pero hay que tener en cuenta varios factores antes de proceder al desembolso inicial.

Lo primero que hay que hacer es informarse sobre la cuota de entrada, es necesario tener clara la cantidad, cómo debe de abonarse y en qué plazo. Hemos de tener en cuenta que es muy habitual que se nos pida una aportación al capital social de la cooperativa y otra para hacer frente a las primeras gestiones. Por supuesto, hay que informarse sobre los Estatutos (si ya están aprobados o en proceso de redacción) y otros datos legales referidos a la constitución de la cooperativa y su inscripción en los registros correspondientes.

Respecto a las aportaciones, hay que ser conscientes de que a lo largo de la vida de la cooperativa y del proceso constructivo de nuestra vivienda, vamos a relizar diferentes tipos de pagos:

Cuota de ingreso y cuotas periódicas: La primera nos permite adquirir la condición de cooperativistas y las segundas se  destinan a abonar los gastos comunes y los derivados de la  puesta en marcha del proyecto. En el caso de que queramos retirarnos, hay que tener en cuenta que estas cuotas no son reembolsables, son gastos que hemos ido abonando.

Aportaciones al capital social: Determinadas por cada cooperativa, estas cantidades  son reembolsables en el caso de que nos demos de baja de la cooperativa.

Aportaciones para financiar el coste de la vivienda: Tal y como dice su nombre, se destinan al abono del coste de la vivienda.

Más adelante, volveremos sobre las cuotas, explicándolas con más detalle, pero  ahora vamos a continuar comentando los pasos que hay que dar antes de formar parte de la cooperativa.

Una vez tengamos claro el pimer punto (cantidades a abonar y datos legales), hay que informarse sobre la promoción, es de vital importancia conocer la titularidad de los terrenos sobre los que se va a construir, tener claros  los planes de edificación, los plazos de construcción, el coste aproximado de la vivienda,  las posibilidades de financiación y muy especialmente las condiciones de transmisión y vinculación de la vivienda. Estas condiciones hay que conocerlas al detalle y asumirlas, ya que durante un plazo legal nunca inferior a 5 años (hay que cerciorarse de que en los Estatutos no figiure un período mayor de tiempo), en caso de que queramos vender nuestra vivienda, no vamos a poder hacerlo «libremente» ya que antes de poder ponerla en venta en el mercado, existirá el derecho a que los socios de la cooperativa, por orden de antigüedad, se queden con ella y sí y solo sí, ninguno está interesado, podremos sacarla al mercado.

Durante todo este proceso de «estudio» es fundamental el consejo de un experto. En nuestro despacho podemos estudiar la promoción con vosotros, hacer las averiguaciones legales necesarias, aconsejaros sobre la financiación y ayudaros a tomar la decisión final. Adquirir nuestra vivienda mediante este sistema, puede suponer un ahorro importante, pero hay que evaluar, lo más objetivamente posible, si el ahorro nos va a compensar frente a otros aspectos que pueden ser importantes para nosotros en un momento determinado, como la necesidad de trasladarnos en unos plazos concretos o de vender la vivienda con una cierta rapidez…

Mañana continuaremos hablando sobre cooperativas de viviendas, si tenéis alguna duda o simplemente queréis poneros en contacto conmigo, sabéis que podéis hacerlo a través de las vías habituales.

Un saludo y muchas gracias por leerme.

Alicia.