Otro tema que se repite en muchas de las Juntas de Propietarios a las que asisto (y que me han sugerido que trate aquí desde las redes sociales), es la existencia de vecinos maleducados, que perturban el día a día de la Comunidad.

Bajo la denominación de «maleducados», solemos juntar dos tipos de vecinos, aquellos que, por ejemplo nunca saludan al cruzarse con ellos y aquellos que realizan actividades que resultan molestas para el resto y que con su actitud provocan malestar o, directamente, encontronazos. Respecto al primer tipo, lo habitual es que, tras una serie de intentos por nuestra parte, de mostrar cordialidad y saludarlos, al cruzarnos con ellos en las zonas comunes, optemos por no hacerlo, ya que nuestro respeto por las normas sociales, no se ve respaldado por su actitud.  La verdad es que es un poco triste, posiblemente, su falta de educación, se deba a inseguridad personal, pero al final todos somos humanos y nos cansamos de que nuestros «esfuerzos» no se vean recompensados. De vez en cuando, el percibir que ya no cuentan con nuestro saludo, consigue lo que hasta entonces se nos ha negado, ya que comienzan a ser conscientes de que están siendo tratados como nos han tratado.

El segundo tipo de «maleducados» es más conflictivo y de solución más compleja. En el englobaríamos, por ejemplo, al vecino que pone el televisor a un volumen muy elevado durante todo el día o en las horas de descanso más habituales o aquel que sale a fumar a su ventana y lanza las colillas a nuestra terraza, sin importarle nada. En este caso, hemos de actuar siguiendo los pasos que te propongo a continuación:

1. Comprueba que se trata de un hábito: Todos hemos puesto la tele a un volumen algo elevado alguna vez, movido un mueble a horas que no tocaba o se nos ha caido una colilla sin querer. Si estos hechos se repiten contínuamente, no son debidos a un despiste.

2. Exponle a tu vecino qué te molesta: Hay que ser claro, no entrar en juicios de valor y hacerlo de una manera tranquila y proactiva. Mejor en un momento en el que no se esté produciendo la conducta molesta, a una hora normal del día y mejor, si puede ser en una zona común y ante testigos.

3. Si la actitud persite, contacta con el Presidente de la Comunidad o con el Administrador: El Presidente tiene la obligación de transmitir a ese vecino, que su conducta está produciendo molestias en el seno de la Comunidad y que debería de cesar en la misma. En caso de que el Presidente se niegue o sea él el que produce las molestias, siempre se puede hablar con el Administrador para que lleve a cabo este paso.

4. Si pese a todo, las molestias continúan, llama a la Policía: Infórmales de los pasos que has seguido hasta ese momento y pideles que intervengan cuando se produzca la conducta molesta. Si pese a la visita de la policía, no cesan las molestias, solicita una Mediación Policial tu vecino se verá obligado a escuchar tus quejas ante la policía y a dar respuesta a las mismas ante esta, levantándose un acta de la reunión, que en caso de que se incumpla lo pactado, será una prueba a tu favor en los juzgados.

5. Como último recurso, denuncia su comportamiento en los juzgados: Siempre como última opción y si ha fracasado todo lo anterior, pero si no hay más remedio, siempre puedes acabar en los tribunales, solicitando una pena que conlleve que haya de dejar su viviena o de prisión, dependiendo de la naturaleza del delito y de la gravedad del mismo.

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Alicia.