En reuniones de Administradores colegiados, un tema que se pone encima de la mesa, recurrentemente, es el de la formación de los empleados. En esos casos, siempre se está de acuerdo en que. además de cursos generalistas y a medida, existe una linea de trabajo muy útil, el coaching.

El coaching como herramienta de formación se puede utilizar cuando necesitamos que un empleado mejore alguna habilidad en su trabajo, de cara a un aumento en sus  responsabilidades o un cambio de puesto de trabajo, para premiar un éxito laboral o como intento de mejora de su rendimientol. El coach va a ofrecer unas pautas que seguir, con unas rutinas a realizar, que nos van a proporcionar información sobre la que trabajar en futuras sesiones. La honestidad ha de ser fundamental a la hora de iniciar un proceso como este, ya que se ha de establecer un diálogo fluido entre el los participantes , que haga que la persona formada se de cuenta de sus propias necesidades y de que se encuentra en proceso destinado a conseguir un cambio que resulte positivo en su vida.

El coach actua como un  líder que planifica el desarrollo personal y profesional de la persona con la que está trabajando, ese es su principal objetivo y la manera de lograrlo es mediante un lenguaje conciso y concreto, que motive pero que no oculte críticas constructivas que permitan corregir malos hábitos.

¿Y cuanto cuesta esto?, pues dependerá el profesional que contratemos, pero hemos de tener en cuenta que algunos estudios sobre el retorno de la inversión, que se han hecho públicos los últimos años, hablan de una proporción de 1 a 5, por cada euro invertido vamos a generar cinco…¡no es una mala proporción!

Si queréis ampliar vuestros conocimientos sobre el tema, podéis contactarme a través de la sección de contacto de este mismo blog.

Un saludo.

Alicia.