Un administrador de fincas se dedica gestionar todos los aspectos económicos y legales que tienen que ver con la comunidad de vecinos.  Soluciona los problemas que se generan en el día a día, propone soluciones y asesora al presidente y resto de vecinos, intentando evitarles preocupaciones.

Uno de los puntos que más tensiones pueden generar es la tesorería de la comunidad. El adminsitrador ha de ser especialmente diligente y transparente en lo relativo a las cuentas, llevándolas al día, con la máxima transparencia y facilitando toda la información necesaria para que los propietarios conozcan la situación de las finanzas comunitarias en tiempo real.

Otro de aspectos que competen al administrador y que sirve para diferenciar un buen profesional, es la rapidez con la que soluciona los desperfectos que puedan producirse o ejecuta las tareas de mantenimiento programadas. Conocer y trabajar con un buen equipo de profesionales, ahorra molestias y suele repercutir en una disminución de costos, hechos, ambos, muy apreciados por los vecinos.

Finalmente, una buena gestión de las deudas que los propietarios mantengan con la comunidad, destacará al buen profesional frente al resto. El trabajo de mediación y el cobro de las deudas sin acudir a los tribunales, siempre serán la mejor opción en ambientes tan sensibles como las comunidades de vecinos.

Alicia.

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